"Te amo, Denia. Y sé que puede sonar apresurado pero, ¿me darías el honor de ser tu compañero de aventuras por el resto de esta vida y mil más?, ¿me permitirías ser el padre de tus hijos y tu esposo?" Soltó antes de que pudiera detenerlo. La confesión me toma desprevenida. Mis ojos se llenan de lágrimas y aunque sé que debería estar inmensamente feliz, en mí solo hay una abrumadora tristeza, cualquier otra mujer estaría encantada con este tipo de confesión y probablemente sentiría que lo ha obtenido todo en esta vida, desearía poder sentirme así. Desearía que quién me lo pidiese fuera él. "Yo…" Voltee buscando ayuda, pero solo me tope con la mirada expectante de todos los presentes. Pude divisar a lo lejos a mi madre quién tenía una mirada fría como advertencia, mis hermanos imitaron su gesto, la única mirada que me importaba estaba sobre mí, siempre sobre mí. Por un momento desee ser alguien más, tal vez si yo no fuera la mayor de los Blaker, o si mi padre no nos hubiese abandonado para irse con su amante. Tal vez si él me amará como yo lo hago. "Herirte, me es más fácil que amarte, cariño", sus palabras crudas y cortantes me atraviesan una vez más, el recuerdo vuelve con más fuerza cuando lo veo. Alza su copa en mi dirección en forma de felicitación por mi compromiso. ¿En serio el amor de mi vida me acaba de felicitar por mi compromiso con otro hombre?